free web stats
Skip to main content

Reflexión Semanal 20 de octubre de 2015

SANTOS E ÍNTEGROS

 

Para los santos que están en la tierra, Y para los íntegros, es toda mi complacencia. 

Este es el tipo de personas que Dios está buscando para alegrarse con ellos. 

 

Un santo es aquel que decide vivir y actuar de acuerdo a la voluntad de Dios. ¿Cómo vives tú? ¿Vives de acuerdo a tu propio criterio y voluntad o de acuerdo a lo que Dio señala?

 

Una persona íntegra es aquella que es de una sola pieza, que no cambia, que mantiene sus principios de vida moral sin importar dónde ni frente a quien se encuentre, siempre es el mismo.

 

Jesucristo espera que nosotros seamos ese tipo de personas, que no neguemos nuestra fe, que no cambiemos nuestros principios de vida para tratar de ser populares, ni para quedar bien co n los demás.

 

Ser santos no significa ser perfectos, pero sí que deseamos vivir conforme a la voluntad de Jesucristo.

 

Ser íntegro tampoco se refiere a una persona perfecta, pero sí a una persona que no cambia, y que aun cuando se equivoque, está dispuesto a reconocerlo, a aceptarlo y tiene la disposición de cambiar.

 

El rey David fue considerado un varón conforme al corazón de Dios a pesar de no ser perfecto, a pesar de haber cometido pecados, errores, faltas y fallas en su vida, pues cuando tuvo que ser confrontado, fue íntegro, aceptó su culpa, reconoció su responsabilidad y sobre todas las cosas, buscó vivir siempre conforme a la voluntad de Dios.

 

Tú amigo que lees estas líneas, no eres perfecto y tal vez, has sido rechazado, humillado o excluido por alguien más, y seguramente hasta tú mismo te has menospreciado o sumido en la depresión por tus fallas, errores y pecados, por eso te animo a buscar vivir conforme a la voluntad de Dios, busca la calidad de santo y aprende a ser de una sola forma, sin doblez, aceptando las responsabilidades y consecuencias de lo que has hecho mal, no con una actitud cínica, sino con un corazón humilde y buscando restaurar y restituir, cuando corresponda.

 

Dios quiere complacerse, deleitarse y gozarse contigo, recuerda que Jesús lo dio todo por ti.

 

  

 

  • Visto: 2453